Videoanálisis | La peor derrota de la izquierda chilena desde 1990

Videoanálisis | La peor derrota de la izquierda chilena desde 1990

José Antonio Kast será presidente de Chile a partir del próximo 11 de marzo de 2026. Así lo han decidido los electores este domingo en la segunda vuelta electoral, donde Kast ha obtenido un 58,3%, con el 95% escrutado, frente al 41,7% de Jeannette Jara, candidata de la izquierda de Gabriel Boric, militante del Partido Comunista.

No ha sido una sorpresa: las encuestas consecutivamente mostraban que Kast ganaría holgadamente estas elecciones. Ha triunfado con una distancia de 16,6 puntos frente a Jara, que ha obtenido el peor porcentaje que haya alcanzado la izquierda en una segunda vuelta. En 2017, Alejandro Guiller alcanzó un 45,2% frente a Sebastián Piñera, de la derecha, que se convirtió en presidente por segunda vez con un 54,8%.

En esta segunda vuelta, Kast ha llegado arropado por todos los sectores de la derecha: la extrema del Partido Republicano, su partido; la histórica, agrupada en Chile Vamos; y la ultra del Partido Libertario de Johannes Kaiser.

Con el sistema de inscripción automática en el censo electoral y el voto obligatorio, que se instaló en Chile hace tres años, Kast será presidente con el mayor bolsón de votos que haya tenido algún mandatario en la historia de este país: más de siete millones de votos.

Esta es la primera vez desde el retorno a la democracia en 1990 que llegará a La Moneda un presidente de extrema derecha, que no ha cortado con la dictadura de Augusto Pinochet. En los últimos 35 años en dos ocasiones gobernó el derechista Piñera, pero era un personaje inusual en su sector político: de partida, porque había votado por el No a Pinochet en el plebiscito de 1988. Kast, en cambio, participó apoyando la opción Sí en aquel plebiscito y durante su vida pública nunca ha roto con el régimen: la defiende (en 2017 dijo que si Pinochet estuviera vivo votaría por él, aunque en 2021, en su segunda intento de llegar a La Moneda, aseguró que cualquier persona que haya violado los DDHH no contaba con su respaldo).

En esta campaña, su tercer intento, optó por no enfocarse ni en el pasado reciente ni en sus posiciones contrarias al aborto, el matrimonio igualitario o en iniciativas que presentó en el pasado como la eliminación del Ministerio de la Mujer. Ha prometido concentrarse en un Gobierno de emergencia centrado en el control de la delincuencia, la migración irregular y el crecimiento económico.

¿Cambió el mapa de la política chilena? ¿Ya no se ordena entre el Sí y el No a Pinochet de 1988, la dicotomía entre dictadura y democracia, entre victimarios y víctimas, como plantean algunos analistas? ¿O, como dice la académica Stephanie Alenda, el triunfo de Kast es más bien la expresión más clara del agotamiento de un ciclo político y del fracaso de todas las fuerzas tradicionales —de izquierda, centro y derecha— para ofrecer respuestas creíbles al país?

Es lo que comenzaremos a desentrañar a partir de hoy. Las izquierdas, en cualquier caso, comienzan este domingo una larga noche negra.


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