Usamos el cepillo de dientes todos los días, pero ¿cuántos saben realmente cómo limpiarlo y guardarlo adecuadamente? Lejos de ser un simple utensilio, este pequeño instrumento está en contacto directo con nuestra boca y, por tanto, con el sistema digestivo e inmunológico.
Según explica la ortodoncista Janira Sánchez, no cuidar bien del cepillo puede tener consecuencias inesperadas: "No solo pierde eficacia, sino que puede terminar contribuyendo a la aparición de caries, gingivitis o incluso infecciones más graves".
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Las cerdas acumulan restos de pasta dental, humedad y microorganismos, lo que crea el entorno ideal para que bacterias y hongos se desarrollen si no se limpia correctamente. Así que no se trata solo de lavarse los dientes, sino también de mantener en condiciones óptimas la herramienta con la que lo hacemos.
El capuchón: ¿protección o riesgo?Uno de los errores más frecuentes, y que muchas personas creen que es una medida higiénica, es guardar el cepillo con un capuchón cerrado.
"En realidad, puede ser contraproducente", afirma Sánchez. El problema es la falta de ventilación, que favorece la humedad y con ello, la proliferación de microorganismos.
La recomendación es clara: guardar el cepillo sin capuchón, en posición vertical, y en un lugar cerrado como un armario, pero sin contacto con otros cepillos. Si se opta por cubrirlo (por ejemplo, durante los viajes), el capuchón debe tener orificios de ventilación y colocarse sólo cuando el cepillo esté completamente seco.
¿Cómo se limpia correctamente un cepillo?
La experta recomienda incorporar una rutina rápida pero efectiva después de cada uso. Estos son los pasos que no deben pasarse por alto:
Cuándo cambiar de cepillo (y por qué importa)
No importa lo bien que limpies tu cepillo: llega un punto en el que hay que reemplazarlo. Las cerdas desgastadas no se limpian con la misma eficacia y pueden incluso dañar las encías. Además, si has estado enfermo recientemente, lo ideal es desechar el cepillo para evitar reinfecciones.
La recomendación general es cambiarlo cada 3 o 4 meses, o antes si notas que las cerdas están deformadas.
Reglas de oro para el almacenamiento
Además de lo ya mencionado sobre el capuchón, hay otros consejos clave para mantener el cepillo en condiciones higiénicas:
Cuidar la higiene bucodental no se reduce a una buena técnica de cepillado ni a usar el mejor dentífrico. También depende del estado del cepillo que se utiliza. "Parece un detalle menor, pero en realidad puede marcar una gran diferencia en la salud bucal a largo plazo", concluye Janira Sánchez.